Además de ser una opción popular en la construcción de viviendas y edificios, los balcones también pueden tener un impacto positivo en la eficiencia energética de un edificio. Los balcones pueden proporcionar sombra y reducir la cantidad de luz solar directa que entra en el edificio, lo que puede ayudar a reducir los costos de enfriamiento en los meses de verano. Además, los balcones pueden proporcionar un espacio al aire libre adicional para las plantas y jardines, lo que puede mejorar la calidad del aire y reducir la cantidad de CO2 en el entorno.
Los balcones pueden tener diferentes formas y tamaños, y se pueden fabricar con diferentes materiales, como madera, hierro, aluminio o acero inoxidable.